viernes, 18 de diciembre de 2009

Eres...

Eres esa canción en la mañana que me susurra en el oído suavemente que yo soy tu niña amada.
Eres suspiro de paz en momentos de tormenta; mientras mi cabeza se lamenta, mi corazón siente fuertemente latidos inspirados en la pureza de tu amor.
Eres ese sueño insoñable, incomparable; mi realidad palpable, el sostén sobrehumano que me mantiene confiada y calmada.
Eres la esperanza de un maravilloso mañana, oh señor, tus promesas son como arena a mi mar.
Eres figura de amor indescriptible, un amor que traspasa mis sentidos y cubre la totalidad de mi cuerpo, alma y espíritu.
Eres compañía eterma, modelo de fidelidad infinita, el silencio más placentero, eso eres tu mi Dios.
Eres digno de alabanza y adoración, mi soberano rey, ese cántico celestial que da honor a tu grandeza.
Eres mi guía, mi consolador, mi redentor, mi padre, mi rey, mi amado, mi todo; simplemente eres mi Dios.

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