viernes, 13 de julio de 2012

Volviendo al redil!

"He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír." (Isaías 59:1-2)

El ser humano cambia continuamente, un día es blanco y otro negro. En cierta manera, tendemos a pensar que Dios tiene algo de hombre dentro de si. En los momentos buenos, creemos que la misericordia y la gracia de Dios nos persiguen; pero cuando caemos, cuando el pecado nos seduce y nos distanciamos, entonces comenzamos a creer que la misericordia de Dios es proporcional a nuestras acciones.

 Nos engañamos a nosotros mismos al creer que el carácter de Dios depende del nuestro. Si bien es cierto que fuimos creados a su imagen y semejanza, no menos cierto es que toda la creación ha sido desviada por el pecado y nunca podremos comparar la perfección del Señor con nuestras imperfecciones.

Si entendiéramos que la misericordia de Dios con nosotros es infinita, entonces no perderíamos tanto tiempo lamentándonos en nuestras fallas, mas bien, correríamos al arrepentimiento buscando su perdon.

Su amor por nosotros es tan fuerte, no acepta un no por respuesta, se mantiene esperando, luchando por nosotros, hasta que nos atrapa y nos envuelve dulcemente. Aun cuando insistimos en estar distanciados, su amor nos busca con perseverancia porque el sabe que muy en lo profundo de nuestros corazones hay un tímido deseo de volver a vivir.

 El amor de Dios se aferra a nuestras vidas y no pierde las esperanzas, es fiel sin importar las circunstancias (2 Timoteo 2:13), y mientras creemos que estamos solos, su amor se encuentra haciendo planes para nuestro regreso, preparando el banquete para la oveja perdida que volverá al redil.

La misericordia del Señor es para siempre (Salmos 136:1) y no se cansa el que nos cuida:

 "¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo. Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio.

 ¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú, Israel: Mi camino está escondido de Jehová, y de mi Dios pasó mi juicio? ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.

Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán." (Isaías 40:25-31)

viernes, 9 de abril de 2010

 
Ahora pues, Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros.

domingo, 21 de marzo de 2010

...antes de la honra es el abatimiento

“...Antes de la honra es el abatimiento”
(Proverbios 18:12)

Cuanto poder y verdad hay en estas palabras. Es cierto que es difícil pasar por situaciones que duelen y estar afligidos y sentirse sin fuerzas, pero una verdad mayor es que el postrer estado del hombre que está en Cristo será mucho mejor que el primero porque todo lo que le pasa obra para su bien.

Después de una caída, lo lógico es levantarse, y tal vez al levantarte quedes un poco adolorido, pero el dolor no permanece; sin embargo, lo que aprendiste a través de esa situación queda grabado en tu mente y te hace crecer.

Cuando el abatimiento, el cansancio y el dolor lleguen a tu vida, recuerda que Cristo está contigo y todo lo puedes en él que te fortalece. Cuanto más cerca estás de la meta, más estrecho y difícil es el camino.

Mayor que las aflicciones de este mundo, es el poder de Dios, NO LO DUDES!

INTENCIONES = ACCIONES


“Ahora, pues, llevad también a cabo el hacerlo, para que como estuvisteis prontos a querer, así también lo estéis en cumplir conforme a lo que tengáis”
(2 Corintios 8:11)

Las buenas intenciones son muestras de tener un corazón bondadoso, pero de nada sirven si no se hace algo. Si no trabajamos en ellas, se esfuman y es como si nunca hubieran existido. Si Cristo, ante el deseo de salvar a la humanidad, no hubiera hecho algo, hoy estaríamos perdidos; si él no hubiera decidido convertir sus intenciones en acciones, ¿Qué sería de nosotros hoy? Seamos, pues, imitadores de nuestro Señor Jesucristo; la biblia dice que tenemos la mente de Cristo (1 Corintios 2:16), y si la tienes, no la desperdicies, úsala!!!

Es bueno pensar en un “seria” pero mejor es pensar en un “es.” Si no actuamos para hacer realidad las buenas intenciones de nuestro corazón, estas se convierten en vana ilusión, en un simple sueño que se olvida. Pero si actuamos, si hacemos algo, con lo que sea que tengamos, no importa si mucho o poco, entonces el “seria” se convertiría en un “es”, habría más sonrisas en los rostros, mas satisfacción en tu corazón y menos dolor en el mundo.

Siempre hay algo que se puede hacer para ayudar, todo esta en la disposición y el empeño que se tenga para llevar a cabo la intención.

lunes, 15 de marzo de 2010

ESFUERZATE!!!

Si queremos un cambio, debemos actuar para ello. Es cierto que todos los aspectos de nuestras vidas deben estar rendidos a Dios, pero eso no quiere decir que tenemos que sentarnos a descansar para ver si algun dia las cosas llegan. Debemos estar atentos a hacer sin dudar y sin pereza los mandatos de Dios para que podamos ver los resultados.


Cuando Jehova escogio a Josue para guiar a su pueblo Israel, lo primero que le dijo fue: yo estare contigo, si, pero esfuerzate y se valiente (Josue 1:9). Tambien, cuando llamo a Jeremias le dijo: adondequiera que yo te mande iras (Jeremias 1:7). En otras palabras, Dios les decia que debian estar dispuestos a asumir y a enfrentar las situaciones que el considerara necesarias para el cumplimiento de su proposito. Ellos no podia desviarse de su camino, no podian perder su vision, ellos sabian que debian obedecer a Dios para causar el cambio que Dios queria en sus vidas.

domingo, 28 de febrero de 2010

LA ÚNICA SOLUCIÓN


Hace tiempo comencé a sentir que algo cambiaba en mí. Me sentía cada día mas y mas lejos de de Dios, era como si estuviera cayendo sin poderlo evitar y sin nadie que me sostuviera. Entonces me deje llevar por mis emociones, y el enemigo, nada tonto, se aprovechó.
Yo sabía exactamente qué tenía que hacer y cómo enfrentar la situación, sin embargo, no lo hice. Es como tener las armas para pelear y tomar la tonta decisión de quedarse paralizado. Todo mi ser empezó a llenarse de indignación hacia mi misma y sentía que cada palabra que recibía por parte de Dios, que nunca se descuida de sus hijos, era inmerecida. No podía comprender por qué tanta atención hacia mí, por qué tanta misericordia.
Entonces recordé, porque ya lo sabía solo que tenía los ojos vendados, que cuando abunda el pecado, la gracia lo supera. Dios es grande en misericordia, tanta que no cabe en nuestro entendimiento, si así no fuera hace tiempo que ya todo habría acabado. A partir de ahí, he empezado a aceptar todo lo que Dios tiene para mí, no por mis obras, sino por su amor. Aprendí que no puedo hacer nada más que agradecer con mis actos, con mis palabras, con mis sentimientos, con todas mis fuerzas, con toda mi vida a mi maravilloso creador por su bondad y misericordia eterna.

sábado, 27 de febrero de 2010

Para ti mujer!

“ENSANCHA EL SITIO DE TU TIENDA, Y LAS CORTINAS DE TUS HABITACIONES SEAN EXTENDIDAS; NO SEAS ESCASA; ALARGA TUS CUERDAS, Y REFUERZA TUS ESTACAS.”
(ISAIAS 54:2)


ENSANCHA EL SITIO DE TU TIENDA Y LAS CORTINAS DE TU HABITACIÓN SEAN EXTENDIDAS. Amplia los momentos de búsqueda del conocimiento de tu Creador. Dedica más tiempo a mejorar lo espiritual, deja a un lado lo carnal y deja que su espíritu fluya en ti. Restablece la conexión entre el padre y tú. Prepara tu casa, agranda el espacio de tu corazón sacando todo lo que no convenga para que el Señor pueda colocar en él todo lo que tiene para ti.

NO SEAS ESCASA EN TU FE. No pares de creer. Piensa en grande. No le pongas límite al poder de Dios. No seas escasa en tus adoraciones, ni en tus oraciones. No seas escasa en las muestras de gratitud hacia el Padre. Que tu corazón este repleto de agradecimiento hacia él por cada una de las cosas que te ha dado y aún por las que te dará.