Lucas 12:31
Muchas veces nos centramos tanto en nuestro yo y lo dejamos crecer de manera casi incontrolable. Tratamos de buscar sin cesar qué es lo que queremos, o qué haremos, o hacia dónde dirigiremos nuestras vidas.Nos empeñamos en alcanzar metas y llenamos nuestra cabeza de preocupaciones acerca del mañana sabiendo que no somos dueños del tiempo, y por tanto, nos preocupamos en vano. El único dueño de todas las cosas que están en la tierra y en los cielos, es nuestro creador, y él nos dice que nos ocupemos exclusivamente en las cosas del reino y él tendrá cuidado especial de todo lo demás.